Había una vez una cicatriz de una operación, todo iba muy bien y se cerraba que daba gusto, hasta que un día todos se dieron cuenta de que había un puntito que no se cerraba.
- ¿Qué le pasará? - decia uno.
- No será nada, a veces cuesta un poco más.- decía otro.
- Pero es que le sale liquidito a veces.- reponía el primero.
Y así siguieron varios días viendo como a pesar de los cuidados se cerraba y se volvía a abrir hasta que un día un hada mágica les dio un parche para que no saliera costra y a ver que pasaba después.
Se puso el parche mágico encima del puntito rebelde y se veía que seguía saliendo liquidito pero no pasaba nada, hasta que un día...se vió que empezaba a salir algo, una cabecita asomaba por la heridita.....
- ¡Oh!¿qué es eso?- se preguntó uno
- No lo sé, vamos a ver- dijo el otro
Y miraron y miraron hasta que se dieron cuenta de que era.....¡¡un hilo!!
- ¡Ah vaya! que se dejaron un hilito al quitar los puntos- dijo uno
- ¡Pero no puede ser! si la herida la cerraron con grapas!!!!- dijo el otro
Entonces apareció el hada mágica y dijo, no os preocupeis, eso es de la herida interna, que siempre se cierra con hilo y esto es que el cuerpo ha rechazado ese y lo está intentando expulsar, ¡dejarlo que salga!
Y ahí están todos, esperando a que la cabecita termine de sacar el cuerpo.
Y colorín colorado ya veremos como acaba el cuento.
Buenas noches.
1 comentario:
Madre mia k askazo, jeje
Publicar un comentario