Hoy he estado en la biblioteca de El Escorial y es un sitio increíble, las pinturas del techo son del mejor discípulo de Miguel Ángel y son del mismo estilo que las de la Capilla Sixtina. Todos los libros están del revés, para que toda la biblioteca tenga el mismo diseño (las páginas están pintadas de dorado). Muy bonito.
El caso es que cuando salía me he visto un retrato de Quevedo y se me ha venido a la mente el famoso soneto "A una nariz" que éste le "dedica" a su rival Góngora. Siempre me ha hecho mucha gracia.
A una nariz
Érase un hombre a una nariz pegado,
érase una nariz superlativa,
érase una nariz sayón y escriba,
érase un pez espada muy barbado.
Érase un reloj de sol mal encarado,
érase un alquitara pensativa,
érase un elefante boca aariba,
era Ovidio Nasón mas narizado.
Érase un espolón de una galera,
érase una pirámide de Egipto,
las doce tribus de narices era.
Érase un naricísimo infinito,
muchísima nariz,
nariz tan fiera,
que en la cara de Anás fuera delito.
3 comentarios:
ya tengo foto perfil
Siempre me ha gustado ese poema.
el tio hacia los botellones bebiendo con pajita
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